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Los fenómenos atmosféricos como la calima y la lluvia de barro son cada vez más frecuentes en zonas de clima seco o semidesértico, y afectan directamente al estado exterior e interior de tu coche. Aunque a simple vista puedan parecer solo una molestia estética, sus consecuencias pueden ser mucho más graves si no se actúa a tiempo. En Reparación Coches Pedralba conocemos de primera mano los efectos que dejan estas partículas abrasivas sobre la carrocería y el sistema de ventilación de los vehículos.

La calima está compuesta por polvo en suspensión, generalmente de origen sahariano, que llega transportado por el viento. Cuando se combina con humedad o lluvia, da lugar a lo que popularmente se conoce como lluvia de barro, una mezcla espesa y altamente corrosiva. En zonas del interior de Valencia como Pedralba, Gestalgar o Casinos, este tipo de eventos son habituales en determinadas épocas del año, especialmente en primavera y otoño.

¿Qué daños provoca la calima sobre la carrocería del coche?

El polvo que compone la calima puede parecer inofensivo, pero actúa como una lija microscópica sobre la pintura del coche. Cada grano, al ser arrastrado por el viento o al depositarse, se adhiere a la superficie y crea microarañazos si no se limpia adecuadamente. Cuando se acumula y se seca al sol, la capa de polvo puede incluso afectar al barniz protector de la pintura, dando lugar a un aspecto opaco o erosionado.

Una limpieza incorrecta puede agravar el problema. En nuestro taller especializado, hemos recibido numerosos vehículos con desperfectos causados por lavar el coche en seco o pasar un trapo sobre la calima seca. Esta acción, aunque parezca rápida y útil, solo consigue frotar los sedimentos sobre la pintura, generando más arañazos y reduciendo el brillo natural del vehículo.

También es común que el polvo se acumule en juntas, marcos de puertas, faros y otras zonas menos visibles. Con el tiempo, la presencia de partículas abrasivas en estas áreas puede favorecer la aparición de óxido o el deterioro de los materiales plásticos. Por eso siempre recomendamos que, tras un episodio de calima, se realice un lavado completo y cuidadoso del vehículo.

La importancia de usar productos adecuados

Muchos de los daños causados por la calima sahariana podrían evitarse usando los productos correctos. Agua a presión, jabones neutros y técnicas suaves de enjuague permiten retirar los sedimentos sin dañar la superficie. En nuestro equipo también trabajamos con masillas específicas si hay que corregir defectos en la carrocería, como grietas o irregularidades agravadas por la erosión.

Cómo afecta la lluvia de barro al sistema de ventilación e interior del coche

Cuando el polvo en suspensión se mezcla con la lluvia, se genera una sustancia densa que se adhiere con fuerza a la carrocería. Esta lluvia con barro puede también infiltrarse por las rejillas de ventilación, afectando los filtros del habitáculo y acumulándose en zonas internas del coche. Con el paso de los días, si no se limpia, este barro se endurece y puede dificultar el flujo de aire o generar olores desagradables en el interior del vehículo.

En climas donde este fenómeno ocurre de manera estacional, como en muchas zonas del interior valenciano, es recomendable revisar y limpiar los sistemas de ventilación después de cada episodio de lluvia de barro. El filtro antipolen, por ejemplo, puede saturarse rápidamente y afectar a la calidad del aire que respiras dentro del coche. En nuestro servicio, nos ocupamos de verificar estas piezas cuando los clientes reportan malos olores persistentes.

También es frecuente que las puertas o maleteros pierdan hermeticidad cuando el barro se acumula en los marcos de goma. Esto puede derivar en pequeñas filtraciones de agua durante lavados o lluvias futuras. Por eso es esencial no dejar que el barro se seque y se endurezca durante días. Si tu coche presenta alguno de estos síntomas, puedes escribirnos a través de nuestro formulario de contacto y concertar una revisión sin compromiso.

Riesgos para lunas, sensores y cámaras del vehículo

La calima y el barro no afectan solo a la carrocería. Las lunas, sensores de aparcamiento y cámaras de asistencia también pueden verse seriamente perjudicados. El polvo seco actúa como película abrasiva sobre los cristales, dificultando la visibilidad y provocando reflejos molestos, especialmente cuando se conduce de noche. Un limpiaparabrisas sucio que arrastra partículas duras puede rayar el cristal y reducir su transparencia.

Los sistemas modernos de ayuda al conductor, como las cámaras traseras o sensores de proximidad, están ubicados en zonas sensibles. Cuando estos componentes se cubren de barro, pueden dejar de funcionar correctamente o emitir señales falsas. Desde nuestros artículos sobre mantenimiento, insistimos siempre en la importancia de revisar estos elementos tras una lluvia de barro intensa.

En algunos vehículos, las cámaras van protegidas por una capa antihumedad o antivaho que se deteriora con el tiempo si no se limpia correctamente. En nuestro taller de Pedralba contamos con los productos adecuados para restaurar estos tratamientos sin comprometer la funcionalidad de los sistemas. Trabajamos con clientes particulares y también con talleres asociados de localidades cercanas como Bugarra o Casinos.

La pérdida de visibilidad, combinada con sensores sucios, representa un riesgo para la seguridad vial. Si después de una lluvia de barro notas que tu coche tarda en detectar obstáculos o muestra mensajes de error, es muy probable que necesite una limpieza técnica más allá del simple lavado exterior.

Consejos para proteger tu vehículo en episodios de calima o lluvia de barro

Proteger el coche durante un episodio de calima o lluvia de barro es posible si se toman ciertas precauciones. En primer lugar, siempre que sea posible, es preferible dejar el vehículo aparcado bajo techo o en garaje. Si no se dispone de uno, usar una funda de calidad puede ayudar a evitar que el polvo se asiente directamente sobre la pintura. Es importante que la funda esté limpia por dentro, ya que una cubierta con polvo acumulado también puede rayar el coche al colocarla o retirarla.

Tras la lluvia de barro, lo primero que debe hacerse es aclarar el coche con abundante agua, sin frotar. Así se eliminan los sedimentos gruesos. Posteriormente, se puede aplicar un jabón neutro y enjuagar con suavidad. En nuestro taller recomendamos no acudir a túneles de lavado automatizados inmediatamente después de estos fenómenos, ya que los rodillos pueden arrastrar partículas y causar arañazos.

También es recomendable revisar el estado de las juntas de goma y aplicar productos hidratantes para evitar que se resequen y se agrieten con el polvo. En nuestro servicio integral de mantenimiento en Pedralba ofrecemos tratamientos específicos para proteger estas piezas. Si estás en localidades como Gestalgar o Pedralba y no puedes acudir al taller, puedes escribirnos y te asesoraremos sobre qué productos usar.

Y si notas que tras uno de estos episodios el coche presenta manchas permanentes, puntos mate o pérdida de brillo, puede ser momento de realizar un pulido profesional o incluso una corrección de pintura. Puedes conocer más sobre este tipo de servicios revisando nuestros trabajos con masilla profesional para carrocería.

La limpieza también incluye el interior

Muchas personas se concentran únicamente en el exterior tras la calima, olvidando que el polvo también entra al habitáculo. El salpicadero, las rendijas de ventilación, los asientos y las alfombrillas pueden llenarse de sedimentos microscópicos que afectan tanto a la estética como a la salud. En estos casos, los métodos de limpieza interior con productos caseros son una excelente opción para desinfectar y renovar el ambiente.

Posibles multas por llevar el coche sucio

Además del riesgo técnico y estético, conviene recordar que circular con un coche sucio también puede acarrear sanciones. La DGT establece multas de hasta 200 euros si se considera que la suciedad compromete la visibilidad del conductor o la lectura correcta de las matrículas. Esto puede suceder con frecuencia tras una calima intensa o lluvia de barro, cuando el polvo o los restos de barro seco cubren parabrisas, retrovisores o faros. No se trata solo de mantener el coche limpio por estética, sino también por seguridad y legalidad. En nuestro taller en Pedralba, insistimos a nuestros clientes en la importancia de limpiar con regularidad todas las superficies clave antes de circular, especialmente después de episodios meteorológicos que dejan residuos sobre el vehículo.

Bibliografía y fuentes externas

A continuación, compartimos las fuentes utilizadas para desarrollar este contenido:

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